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Atreverse a dar el siguiente paso.

Disfrutar a tope de la vida: pasear sin problemas por centros comerciales, salir en bicicleta con los amigos o incluso emprender excursiones de montaña. La actividad física vuelve a ser algo cotidiano si se cuenta con la prótesis de pierna adecuada. Ottobock y maxon hacen posible una nueva calidad de vida.

Las personas que deben vivir con una amputación suelen tener que lidiar con problemas cotidianos en forma de escaleras o caminos accidentados. Con la adecuada prótesis de pierna resulta fácil superar tales obstáculos. C-Leg® es un sistema inteligente de prótesis que hace más fácil la vida a muchas personas que han sufrido la amputación de la pierna por encima de la rodilla. Los más de 40 000 sistemas de prótesis de pierna C-Leg® implantados en todo el mundo acreditan las grandes ventajas de esta inigualable tecnología. Esta prótesis de pierna ha sido desarrollada por la empresa de ingeniería biomédica Ottobock, la cual registra desde hace varios años, un crecimiento estable continuo. En su condición de líder mundial del mercado de la tecnología protésica, marca las pautas en este sector. La empresa apuesta por la sofisticada tecnología C-Leg® de cualidades demostradas desde 1997 evolucionando hasta nuestros días. El modelo actual, que está en el mercado desde julio de 2011, tuvo varias versiones evolucionadas. Esta prótesis ofrece, por ejemplo, una protección optimizada frente a tropiezos y, en combinación con los adaptadores tubulares adecuados, está homologada para un peso corporal máximo de 136 kg.

Su rodilla inteligente detecta permanentemente en qué fase del proceso de caminar se encuentra el portador de la prótesis y se adapta a ello, siempre en tiempo real. El sensor de ángulo de la rodilla transmite la información necesaria para regular dinámicamente la fase de impulso según la zancada y la frecuencia de paso del usuario de la prótesis. La articulación limita hidráulicamente la máxima flexión durante la fase de impulso, es decir, en la fase en la que la pierna protésica se encuentra en el aire mientras se camina. En el nuevo sistema C-Leg® se ha logrado una mejor regulación de la fase de impulso mediante adecuaciones mecánicas y electrónicas. El resultado es un patrón de caminar más natural y un movimiento más ligero de la articulación de la rodilla.

Sin importar que sea escalera abajo o entre la multitud del hipermercado, durante el tranquilo paseo dominical o el apresurado desplazamiento matutino al trabajo, el sistema C-Leg® se adapta automáticamente a cada situación. Incluso los terrenos accidentados, la oscuridad o las multitudes en movimiento no constituyen ya ningún problema insuperable para el usuario de la prótesis. El sistema C-Leg® apoya con seguridad en la fase de contacto con el suelo y la rodilla cambia al modo de impulso solamente en el momento necesario.

Esto reduce drásticamente el riesgo de caída mientras se usa esta prótesis de pierna. El sistema C-Leg® dispone de un modo especial que se puede configurar para actividades especiales tales como esquí de fondo o ciclismo. El amortiguador hidráulico actúa en este modo adicional para actividad física según el ángulo de la rodilla en cada momento. La amortiguación inicial y la progresión pueden ajustarse de manera individual. Así pueden programarse las reacciones de la prótesis para varias actividades distintas del proceso normal de caminar. Para hacer frente a los numerosos requerimientos físicos cotidianos, el bastidor HighActivity de la prótesis es de carbono, ya que se trata de un material particularmente resistente, ligero y de gran calidad. El bastidor contine la electrónica, la hidráulica y la batería.

Qué hay detrás de todo ello
¿Y cómo funciona la tecnología C-Leg®? El controlador inteligente del sistema protésico se adapta al patrón de caminar individual de cada persona. El control tiene lugar mediante una hidráulica regulada por microprocesador que adapta el sistema dinámicamente a la velocidad con que se camina. Al mismo tiempo, el controlador permite una firmeza fiable en la fase de detención de la prótesis. Este acreditado mecanismo se implementa mediante un complejo sistema de sensores. Los sensores registran la carga cada 0,02 segundos. Dicho con más exactitud, registran los pares de fuerza del tobillo encima del pie, así como el ángulo y la velocidad angular de la rodilla. Así, la rodilla detecta permanentemente en qué fase del proceso de caminar se encuentra el portador de la prótesis en cada momento. El sistema C-Leg® se alimenta con una batería de iones de litio de 48 horas de autonomía.

Motor pequeño, grandes resultados

La curva característica hidráulica se adapta mediante dos válvulas. Como actuadores de estas válvulas se usan motores dc RE 10 de maxon. En cada C-Leg® se usan, por tanto, dos motores de continua. El RE 10 destaca sobre todo por su reducido tamaño. Este motor tiene un diámetro de justo 10 milímetros, lo que lo convierte en el segundo motor CC más pequeño de la gama de productos de maxon con sistema CLL; este fue un argumento decisivo para Ottobock a la hora de elegir estos motores dc de alta precisión para sus productos. Los motores de corriente continua tienen bobinados sin hierro e imanes de neodimio que permiten obtener altos niveles de potencia en un volumen mínimo.

Para la conmutación mecánica de los motores dc se usan escobillas de metal precioso. Los motores maxon carecen de par de retención, incluso a bajos regímenes de revoluciones. En el proceso de conmutación se producen chispas que van deteriorando las escobillas de metal y el colector del motor. Dichas chispas, acortan la vida útil del sistema de conmutación del motor dc. Así, los condensadores integrados en los motores permiten alargar notablemente la vida útil de estos.

Con el principio de condensadores de larga vida CLL (capacitor long life) se intercala un elemento adicional entre dos láminas contiguas del colector. El concepto CLL suprime en gran medida la chispa de las escobillas, lo que además tiene un efecto positivo reduciendo la emisión de interferencias electromagnéticas. Los motores maxon integrados en el sistema C-Leg® deben funcionar por pulsos o intermitentemente, es decir, el motor se activa para breves actuaciones y no en régimen continuo.

Ottobock estima más de 9 millones de movimientos a lo largo de la vida útil de un sistema C-Leg®. Lo normal es que por cada actuación o movimiento, el motor dc deba girar unas diez revoluciones.

Asentado en la vida
Esto es una experiencia totalmente nueva para muchos usuarios de C-Leg®. A diferencia de las prótesis convencionales, los portadores de C-Leg® no tienen que concentrarse en cada paso que dan. “No es nada agotador, sino increíblemente sencillo. Ha sido toda una sorpresa. Ahora es un placer caminar, casi tanto como antes”, nos relata Ed de América, quien perdió la pierna en un accidente de tráfico, pero siguió trabajando durante años en su panadería. La trayectoria de C-Leg® es imparable, siendo cada vez más las personas que eligen esta prótesis inteligente y pueden hacer de nuevo cosas que se les habían vuelto imposibles. A sus 74 años, Roland Zahn atravesó a pie Alemania en 2011 desde Leipzig a Tübingen – siempre en compañía de su C-Leg®. Otro ejemplo sería la mujer que a sus 60 años realizó una excursión por el Himalaya a altitudes de hasta 4000 metros.

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