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Jugando con agua

A maxon se le conoce por sus motores y componentes de alta precisión y calidad. Pero, a menudo, los clientes exigen aún más. Nos desplazamos a Alemania, donde los ingenieros de maxon trabajan en complejas soluciones para gigantescos espectáculos de agua y luz.

Chorros de agua proyectados a 40 metros de altura que dibujan en el cielo hermosas figuras, cruzándose o moviéndose armoniosamente en paralelo de un lado a otro. Este tipo de espectáculos de agua y luz, con docenas de surtidores, se extienden en todo el mundo: en Estados Unidos, en Abu Dhabi, en China. Ya sean estacionarios o transportables, todos ellos tienen en común una alta precisión y un gran esmero por el detalle.

Un proyecto fuera de lo corriente

También maxon está a punto de sumergirse en este mundo acuático. En su planta de producción en Sexau, Alemania, los ingenieros desarrollan una tobera controlada eléctricamente, más ligera y precisa que todos los modelos anteriores. Para maxon, este es un pedido que se sale de lo normal. Después de todo, este especialista en sistemas motores es conocido en todo el mundo por la precisión de sus motores, reductores, encoders y controladores. En este caso, sin embargo, maxon suministra unidades de montaje completas de surtidores de agua a su cliente alemán LKE. En Sexau ha tenido lugar todo: el diseño, la fabricación y el montaje. "Aquí tenemos todos los conocimientos y los medios necesarios para ofrecer una solución completa de este tipo", comenta Matthias Mamier, responsable de la ingeniería de este proyecto. Esto redunda en beneficio del cliente, ya que este solamente necesita dirigirse a un único interlocutor para plasmar rápidamente en la realidad sus deseos y sus propuestas.

Los rodamientos de los motores están bañados en aceite

Los canales de comunicación cortos suponen una ventaja cuando se trata de aplicaciones con requisitos exigentes. Este también es el caso con este surtidor de agua. Un ejemplo: todas las piezas deben ser de acero inoxidable para que no se oxiden bajo el agua. La unidad deber ser capaz de resistir incluso la acción del agua salina. En la planta baja de la misma instalación, los mecánicos de maxon mecanizan el metal de primera calidad en fresadoras CNC, con una precisión del orden de los micromilímetros. Con este proceso se fabrica el bloque distribuidor cruzado, el alma de la tobera de agua, por así decirlo. Este trabajo no es un juego de niños, como asegura el empleado Lothar Scheerer. "El alto contenido de cromo del metal requiere una cierta experiencia en el mecanizado".

El sistema de movimiento completo del surtidor de agua también se las trae. Está compuesto de dos ejes, cada uno de ellos accionado por una unidad de motor y reductor con rodamientos bañados en aceite. Así, estas unidades motrices solventan las sobrecargas, gracias a que el líquido hace de refrigerante. Sin embargo, es imprescindible evitar toda fuga de aceite. A pesar de que este es biodegradable, modificaría el color del agua.

La unidad motriz en sí consta de un motor DC brushless y un reductor planetario GP 42 de tres etapas. El reductor tiene aún una corta historia. Después de todo, maxon fabrica en Sexau reductores de todo tipo, desde modelos estándar hasta productos hechos a medida.

El control eléctrico ofrece muchas ventajas

Son ya dos los años que maxon Sexau lleva trabajando en el desarrollo del surtidor de agua, el cual saldrá al mercado dentro de poco. Con la tercera generación del producto, los ingenieros han resuelto los problemas propios de toda fase inicial: un nuevo controlador es capaz de compensar irregularidades del terreno, por ejemplo en el caso de que las toberas se encuentren en el fondo de un lago. Además, se ha optimizado la estanqueidad de sus rodamientos bañados en aceite. Y la unidad completa es aún más fácil de montar. Este último punto es de lo que más se alegra Markus Diringer, quien ha ensamblado todos los prototipos anteriores. "Los surtidores de agua pesan 19 kilogramos. A la hora del montaje, cualquier ahorro de peso es bienvenido", comenta mientras se ríe.

Su reducido peso es precisamente una de las grandes ventajas de las toberas de agua controladas eléctricamente. No hay que olvidar que los modelos hidráulicos pesan de 80 a 90 kilogramos por unidad. Además, estos últimos necesitan pesadas y ruidosas motobombas de aceite. Los surtidores de agua eléctricos prescinden de tales motobombas. Y son mucho más ágiles.

Estas ventajas ponen a LKE en condiciones de pisar fuerte en el mercado de los espectáculos de luz y agua. Y en maxon ha encontrado el colaborador perfecto. Un colaborador que es mucho más que solo un especialista en motores.

 © maxon motor ag

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