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Investigando el secreto de los planetas rocosos con motores DC configurables

Para investigar el pasado de la Tierra, los científicos examinan minuciosamente el planeta Marte. Está previsto enviar una sonda robótica provista de motores DC configurables que medirá el pulso y la temperatura del Planeta Rojo.

La Tierra vive, está activa y en continua transformación. Su superficie se encuentra en movimiento desde que el planeta comenzó su existencia. Las placas continentales se separan y se aproximan continuamente, originando cordilleras, mares y llanuras. Literalmente, no queda piedra sobre piedra.

Para obtener más información del inicio de los tiempos en la Tierra, es vital que los geólogos lleguen a Marte, ya que en el Planeta Rojo no existen placas continentales y, en consecuencia, apenas tiene lugar actividad geológica. La superficie ha permanecido invariable durante cuatro mil millones de años, a pesar de que durante este período han existido lagos y ríos, tal y como hoy en día se ha podido constatar. Y, no obstante, Marte ha experimentado prácticamente el mismo proceso de formación que la Tierra, lo que lo hace especialmente interesante para los científicos. Ambos evolucionaron por diferenciación desde esferas líquidas incandescentes hasta planetas terrestres, también denominados planetas rocosos. Durante este proceso, el metal pesado se hundió hasta el centro, para dar lugar al núcleo férreo incandescente.

Por encima se formó el manto, rodeado a su vez por la corteza, la cual se enfrió y endureció. Venus y Mercurio pertenecen también a los planetas terrestres de nuestro Sistema Solar, mientras que Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno figuran entre los gigantes gaseosos.

Motores DC hunden él mismo en el suelo un cabezal perforador
Para obtener más información sobre Marte y su composición y estructura, la NASA, la agencia espacial de los EE. UU., enviará al planeta en 2016 una sonda robótica denominada InSight que, después del aterrizaje, permanecerá inmóvil sobre la superficie. Uno de los instrumentos que lleva a bordo registrará la actividad sísmica originada por temblores o impactos de cometas.

Un segundo instrumento denominado HP3 se introduce cinco metros en el suelo y mide el calor desprendido por el planeta. Se trata de un cabezal perforador al que los desarrolladores han puesto el apelativo cariñoso de “topo”. Como explica sucintamente Judit Jänchen, el cabezal funciona “como un clavo que se introduce él mismo en el suelo”. Judit Jänchen es la directora de proyecto de la agencia espacial alemana que ha desarrollado el HP3. En el interior del “topo” se encuentra ubicado un accionamiento de maxon que consta de un motor DCX 22 y de un reductor planetario GP 22 HD, y que debe hacer frente a los requisitos más exigentes. Dichos requisitos vienen dados, en primer lugar, por las oscilaciones térmicas, las tormentas de arena y la fina atmósfera de Marte, las cuales hacen del planeta un lugar inhóspito para la tecnología. En segundo lugar, sobre el motor DC actúan fuerzas de hasta 400 g. Con cada revolución del motor de continua se tensa un resorte que luego se descarga con gran violencia provocando un fuerte impacto hacia abajo. De este modo, el cabezal se va hundiendo cada vez más bajo la superficie. El proceso dura varias horas. Una vez alcanzada la profundidad deseada, el dispositivo permanece allí.

El perfil de temperaturas ayuda a los investigadores

Las mediciones se realizan mediante un cable dotado de sensores de temperatura y que es arrastrado por el topo hacia abajo. Esto ha de servir para elaborar un perfil exacto de temperaturas del suelo marciano durante dos años, lo que permitirá determinar el flujo térmico a nivel de la superficie. “Esta magnitud es un parámetro fundamental para caracterizar un planeta”, afirma Judit Jänchen. Además, la velocidad de penetración del topo arrojará luz sobre aspectos del suelo tales como la porosidad y la densidad. Ambos resultados son sumamente importantes para la geofísica terrestre. “Se obtendrá así una mejor comprensión de la formación y evolución de los planetas terrestres”.

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