Romeo – motores dc mueven al ayudante del futuro

Presenta el aspecto casi de un jovencito. Sus 146 centímetros de altura y sus suaves rasgos faciales le confieren un aire agradable. Y no es por casualidad, pues Romeo no es el nombre de una persona, sino de un robot humanoide concebido para la ayuda de personas de edad avanzada.

Es cierto que los conocimientos en esta rama del saber se encuentran aún en pañales. Pero no es menos cierto que eso no ha supuesto un freno para la empresa Aldebaran, la cual considera que los robots de asistencia constituirán la próxima revolución industrial, tras el automóvil, el ordenador y el teléfono inteligente, como consecuencia del envejecimiento de la población mundial y de la subsiguiente escasez de personal de asistencia. Los robots humanoides serán los encargados de suplir la falta de personal en este ámbito. Y Romeo representa una pieza importante en este desarrollo.

Romeo capta las emociones de las personas
En el futuro, el robot se utilizará como asistente para personas de la tercera edad, para permitirles ser autosuficientes durante más tiempo. “Romeo será capaz de subir escaleras, de ayudar a personas a caminar o de ir a buscar objetos a otras habitaciones de forma autónoma”, afirma el director de desarrollo de Aldebaran, Rodolphe Gelin. Además, deberá recordar a su propietario las tareas pendientes de la agenda o comunicarle cuándo debe tomar sus medicamentos. Al hacerlo, deja siempre entrever su vertiente más humana. “Romeo es capaz de captar las emociones de las personas para comportarse según la situación. Para nosotros, más que un mayordomo, representa un compañero que cuida de su amigo humano”.
Aldebaran lleva trabajando desde el 2009 en el proyecto Romeo, pero este año se presentará al público por primera vez una versión mejorada. Este largo período de desarrollo tiene una razón de ser. A pesar de la gran experiencia adquirida por los ingenieros gracias al desarrollo de Nao, el hermano menor de Romeo, con ventas superiores a las 3000 unidades, la construcción de un robot de mayor tamaño no está exenta de dificultad. La tecnología de Nao, con sus 57 centímetros de altura y sus aproximadamente cinco kilogramos de peso, no puede transferirse sin más a un modelo mayor. Especialmente las piernas fueron en un principio un motivo de especial preocupación. El mayor peso de Romeo le confiere una mayor inercia y lo hace más difícil de controlar. A fin de cuentas, se trata de una cuestión de seguridad. Cuanto mayor y más pesado es un robot, mayor es el riesgo en caso de que se caiga o choque. Y sin embargo, los técnicos de Aldebaran consideraban importante que Romeo alcanzara un cierto tamaño. Al fin y al cabo, tenía que ser capaz de abrir puertas sin problemas y de coger objetos de una mesa.

39 motores DC ponen a Romeo en movimiento
Comparado con Nao, Romeo precisa sobre todo motores dc mayores y más potentes. Por este motivo, Aldebaran se dirigió a maxon y juntos fue posible encontrar el motor de corriente continua adecuado para cada articulación. Se han incorporado 39 motores de corriente continua suizos, entre ellos diez RE 40 y diez RE 25. Además, los ingenieros han utilizado varios tamaños de los tipos RE-max, así como cinco motores DCX. Estos últimos son particularmente eficientes y gozan de gran popularidad porque pueden ser fácilmente configurados online. Aldebaran ya había colaborado con maxon para el desarrollo de Nao y la empresa está convencida de la idoneidad de los micromotores: “La gran calidad de los motores de corriente continua de maxon es sinónimo de fiabilidad”, afirma Rodolphe Gelin

“La gran calidad de los motores de corriente continua de maxon es sinónimo de fiabilidad”.

Todos los motores cc utilizados poseen una característica común: están dotados de escobillas y equipados con un bobinado especial sin hierro, lo que les confiere un comportamiento de regulación excelente y los convierte así en el candidato ideal para su aplicación en el ámbito de la robótica. Gelin lo explica así: “Para nosotros es importante que los motores dc sean lo más pequeños y ligeros posible en relación con su potencia. Deben presentar también un par de giro elevado a bajas velocidades, a fin de que la parte correspondiente al reductor mantenga un tamaño reducido”. Esto supone la ventaja de obtener un feedback de la fuerza sin necesidad de utilizar sensores, puesto que en los motores dc de maxon la intensidad de corriente es proporcional al par. Así, el controlador recibe información a través de la corriente, por ejemplo en caso de que Romeo se quede parado o choque. “Se trata de un factor decisivo para la seguridad”.

Una plataforma de investigación para laboratorios
Hasta ahora se han construido siete Romeos, cuatro de los cuales están destinados a distintos laboratorios europeos. En los próximos dos años, dichos laboratorios investigarán en profundidad la capacidad de Romeo para caminar, su navegación, así como la interacción hombre-robot, intercambiando resultados continuamente. El hecho de que Romeo haya sido concebido como plataforma de investigación implica que, en su forma actual, no se destinará nunca a la producción a gran escala. La idea es más bien que la cooperación internacional produzca avances notables en el campo de los robots humanoides. Los resultados de los próximos años se aplicarán al desarrollo futuro de la robótica. Rodolphe Gelin ha declarado que: “Queremos sacar provecho de los trabajos de investigación y construir nuestros productos futuros en base a los progresos alcanzados”.
Pero esto no significa en modo alguno que Romeo haya sido creado únicamente para el laboratorio. Los resultados de la plataforma de investigación se implementan en el robot constantemente. A partir del 2016 deberá iniciarse su período de prueba como asistente de personas ancianas, abriendo puertas, trayendo botellas o simplemente siendo sus amigos.
 

 © maxon motor ag